sábado, 22 de mayo de 2010

Nos vamos al mundial, nos vamos al mundial…


Uno de los temas de la semana que causó  revuelo entre la clase política fue la encuesta que realiza la presidencia de la república para que la gente decida si Felipe Calderón va o no al mundial a ver jugar a la selección en su partido inaugural.

Y es que hubo opiniones encontradas de todo tipo, los senadores del PRI y PRD urgían al mandatario que se concentrara en los problemas torales del país y que se dejará de preguntarle a los mexicanos algo que por la propia pasión y afición terminaría en una respuesta afirmativa.

Aquí lo que yo me cuestiono es ¿por qué en estos momentos el equipo de la presidencia hace caer al mandatario en cuestiones tan vánales e intrascendentes? es decir, si hubiese ido al mundial sin preguntar  nadie se lo hubiera cuestionado, pero ahora pide permiso vía referéndum para estar bien con los mexicanos.

Lo que yo le reclamaría es como apenas hace ocho meses, Calderón hablaba de austeridad, de recortes al presupuesto de este año, de apretarnos el cinturón por los efectos de esa crisis que nos llegó de afuera, que sí, es de afuera pero el gasto en este tipo de cosas es de adentro.

Aquí es donde debemos preguntarle donde está la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, porque hay que preguntar a la oficina de la presidencia ¿Por qué no agregó en la encuesta los costos y gastos para que el presidente se traslade y vea el partido inaugural? ¿Cuántos mexicanos desearíamos estar ese día en el estadio apoyando a nuestra selección? pero si la pregunta la hiciesen de forma distinta: ¿Estaría usted dispuesto a pagar con sus impuestos el que el presidente Felipe Calderón vaya al partido inaugural del mundial pagando el boleto del partido, el vuelo del avión presidencial, el hospedaje en el hotel más exclusivo de Sudáfrica, sus lujosas comidas, el despliegue de seguridad, el personal de apoyo y los boletos de la delegación que lo va a acompañar? Le aseguro que la respuesta sería muy distinta.

Creo que el elemento que diferenciaba al actual presidente de su predecesor se desvanece ante este acto de banalidad y frivolidad. Si realmente es coherente Calderón, debería olvidarse de ir a ese partido por más tradición que sea y solidarizarse con los millones de mexicanos que si nos apretamos el cinturón con los incrementos en los impuestos y que tampoco vamos a poder ir a ver jugar nuestra selección.

Como siempre espero sus comentarios en diazdepolitica@gmail.com

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