Después de días de jaloneo y amenazas e insultos públicos, el día jueves 10 de diciembre culmino la novela de “Juanito” con un desenlace no muy diferente a su inicio. Fue durante la mañana, que Rafael Acosta alias “Juanito” fue a presentar su renuncia, esta vez definitiva, a la Jefatura Delegacional por Iztapalapa, el motivo, recibió la amenaza final de que ya se habían detectado documentos falsos en su registro al Partido de Trabajo, que lo podrían llevar a la cárcel hasta 8 años, documentos que según Juanito, los mismos miembros del PT perdieron y posteriormente alteraron.
Hoy la gente reclama que la democracia sea respetada en la delegación y que vuelva la tranquilidad a su delegación.
Ante ello quiero invitar a la siguiente reflexión ahora que ya vimos el final de este cuento de horror de la política mexicana: Todo mundo cuestiona que el candidato electo era Rafael Acosta, que se presume como una violación a la democracia que le soliciten que entregue la delegación, que la asamblea legislativa pasa por arriba del electorado, pero, que a caso no fue publico el pacto “entre caballeros” en el cual Andrés Manuel le pidió a “Juanito” prestara su cara para la boleta electoral, que a caso este singular personaje no pedía “voto por voto y casa por casa” a nombre de Clara Brugada. Entonces donde queda ese pacto de caballeros cuando al ganar “Juanito” dice que lo eligieron a él y que el gobernará. De esto, los columnistas que atacan al PRD han explotado la coyuntura manejándola como el no respeto a la democracia, sin reclamarle a Rafael Acosta su falta a su palabra, de hombría y de lealtad ante sus líderes políticos, ya que públicamente se le pidió representar en la boleta a Clara Brugada y entregar después la delegación, a lo cual él acepto. Obvio es que se hablará poco de ello mientras se sigua perjudicando a López Obrador.
Cuando parecía que el Delegado electo se retiraba con licencia temporal, nadie pensó en que sus palabras “I´ll be back” realmente tendrían peso, sin embargo, durante el tiempo de ocio de “Juanito” parece que varios diablitos se acercaron a él, para convencerle de que “él era el elegido” y que ahora tendría apoyo y espaldarazo de algunos otros grupos políticos. Lo anterior, envalentono al héroe de Iztapalapa, e hizo que se enfrentase a sus antiguos correligionarios de lucha y partido. Pero ¿porqué?.
Muy sencillo, al ser Iztapalapa la delegación más grande y con más presupuesto (más de 4 mil millones de pesos) se antojaba un fastuoso botín para cualquiera de las fuerzas políticas, sin embargo, lo más atractivo era el pensar que Andrés Manuel López Obrador, ya no contaría con ese búnker en el 2012. Es decir, un posible candidato a la presidencia ya no tendría la victoria moral en el territorio con mas electores en el D.F., y además ya no podría disponer de todos estos recursos y de la delegación como su caja chica para pagar operadores políticos y costear actividades de precampaña.
Lo que en realidad debemos de rescatar los ciudadanos comunes, es lo que paso tras bambalinas mientras todos nos divertíamos con esta película. Y lo realmente relevante es que desde el PRD, Andrés Manuel, Marcelo Ebrard, los legisladores de la ALDF y demás compinches hicieron y seguirán haciendo hasta lo imposible para burlar la ley y para finalmente dejar como delegada a Clara Brugada sin importar que anteriormente El Tribunal Electoral Del Poder Judicial De La Federación le hubiese negado el registro para candidata. Esa es la democracia para el PRD, cargos públicos dirigidos por personas impedidas por la Ley.
Además, salió a la luz pública la clase de mafia que opera en el PRD que pese al desprestigio público, no se midió en ofensas y amenazas hacia el pobre de Juanito.
Finalmente dice “Juanito”: “Me voy, porque no quiero que me metan a la cárcel”. Con la dudosa evidencia de falsear documentos, con la igualmente dudosa motivación para haber cometido el ilícito y con la total impunidad que caracteriza al PRD de dejar ir a un falsificador de documentos oficiales con el simple premio de tener por fin el control en Iztapalapa.
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