2010 ha comenzado como uno de los años más violentos en nuestro estado, tan sólo en los primeros 13 días del año la cuenta ya estaba en 120 ejecutados.
Todos los chihuahuenses vivimos hoy con la zozobra de que al dirigirnos a nuestros trabajos no nos vayamos a topar con alguna riña entre sicarios. Comienza ya a ser tema constante entre los habitantes de la capital el conocer o saber que algún vecino, amigo, familiar o conocido fue ejecutado o conoció a alguien que lo fue.
Con esta guerra que ha tenido que vivir México y en especial los chihuahuenses, comienza a ser cada vez más común la preguntan entre la sociedad sobre si valen la pena los resultados obtenidos en esta batalla a acosta de nuestra seguridad y tranquilidad. Se ve ya en el clima mediático la pregunta acerca de la efectividad de las estrategias seguidas por Felipe Calderón y sobre si no existirán alternativas mejores para afrontar la situación.
De ahí que connotadas personalidades de la vida política, así como líderes de opinión de diversos medios aprovechan la coyuntura y comienzan a levantar la voz en pos de una legalización de las drogas. Así, argumentan ellos, la violencia se erradicará, los sicarios se convertirán en comerciantes y expendedores de cigarritos de mariguana, cesarán los muertos y la tranquilidad regresará, y ante este bello panorama, el gobierno ganará porque además grabará con impuestos el consumo de las llamadas drogas blandas…
Como un ejemplo de varios de esta burda tesis podemos citar el multipromocionado libro “El Narco: La Guerra Fallida”, que curiosamente fue elogiado por prácticamente todos los comunicadores reconocidos de los medios. El libro del exvocero de la presidencia Rubén Aguilar y del Excanciller Jorge G. Castañeda, ambos funcionarios durante el sexenio de Vicente Fox, hacen un análisis del porque el presidente se embarco en esta lucha, cuáles son sus errores y exponen de manera clara y sencilla sus propuestas para vivir en un México mejor. Por cuestiones de espacio, posteriormente desgajare este libro para mostrarles como los argumentos que manejan son sólo datos manipulados dolosamente para influir en el lector que no hay otra alternativa que la legalización de las drogas.
Regresando a la cuestión mediática vemos como el día 14, Reforma saca en portada que el Operativo Conjunto Chihuahua ha sido un fracaso debido a que en dos años pasaron de 1,652 a 8,500 los ejecutados. Estos y otros argumentos, son los que escucharemos en pos de preparar a la sociedad ante lo que ya se ve inminente…”La legalización de las Drogas”. Y es que pensando mal, no falta quien pueda insinuar que dichos fracasos por parte del gobierno son intencionales, así el día de mañana será la misma sociedad la que clame por una solución – la que sea – para que le regresen su tranquilidad.
Pero la sociedad, aún no está lista y esto lo vemos con la oposición que levantan las propuestas del PRD que son atentatorias contra la familia y el orden social y moral. Vemos como, la sociedad rechaza propuestas como la legalización del aborto, la eutanasia, las bodas entre homosexuales y la legalización de las drogas, y no obstante ello, el PRD se ha empeñado en sacar todas sus reformas antes de perder el poder.
Afirmo lo anterior, basándome en el repudio que generan en la sociedad tales iniciativas (aunque estas voces los medios no las reproduzcan) y para muestra basta un botón; las elecciones pasadas hubo un partido que se decidió a enfocar toda su estrategia electoral en estas propuestas, fue claro, fue ingenioso en su forma de comunicar sus ideas e intenciones y el resultado fue que obtuvo menos del 2% (1.03% a nivel nacional) de la votación, lo que lo llevo a perder el registro. Sin embargo, el Partido Social Demócrata (PSD) expuso que se habían equivocado en su manera de comunicar sus ideas y no admitieron que lo que generaron fue un repudio general de los mexicanos antes sus ideas.
Sea como sea, el hecho es que la sociedad cada día es acosada por todas las vías para aceptar lo inminente, por lo que bastará un poco más que no votar por estos partidos para evitar que el día de mañana nuestros hijos tengan al alcance “legalmente” las drogas.
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